Monday, February 04, 2008






PARA ALIMENTAR LOS CUENTOS DEL FUTURO

Hoy la realidad - perdona quise decir "los periódicos" - me lo trae más bordado que un ajuar de cuento de hadas y me brindan una buena oportundidad para cruzar, enmarañar noticias.

De hecho, apenas hemos asimilado la boda imposible del fin de semana, las terceras nupcias del presidente histriónico y gesticulante con la ex top nueva cantante algo afónica, la unión republicana de la Bella y la Bestia en versión Elyseo and Eurodisney associated, nos cae una noticia casi aún más sorprendente encima : una de cada cuatro británicos cree que Churchill nunca existió mientras que el 58% de los habitantes de ese mismo país cree en cambio que Sherlock Holmes fue un personaje real. Ya lo sabíamos : en el Reino Unido llevan casi 20 años consumiendo drogas de diseño y el buen rollo químico ha empezado a pasarles factura. Pero intentemos analizar este sorprendente dato más allende las sustancias ilegales.

Es cierto que pocos de los sondeados habrán conocido a Churchill en persona y que aún cuando haya imágenes que testifiquen que el primer ministro inglés existió, cada cual puede imaginarse que el personaje en cuestión es un actor que interpretó a un héroe de ficción, a una especie de Superman de la Segunda Mundial con traje y corbata y tendríamos que estar preparados para este tipo de reacciones revisionistas, pues la línea entre imágenes de archivo y de ficción estará cada vez más delgada.

Aparte del asombro que me provocó la lectura del artículo sobre nuestros amiguetes ingleses, me alegré casi enseguida porque me dije lo siguiente :

De aquí a unos 60, 70 años habrá por lo menos un cuarto de los franceses que no se crean que sus abuelos y/o padres habían elegido a un presidente bien chulesco llamado Sarkozy. El tipo en cuestión era un personaje de cuento y tenía un papel de sapo, pero era un sapo curioso que siempre llevaba gafas de sol RayBan a modo de medida preventiva para evitar que el brillo de una inesperada princesa le cegara. Y muy bien lo hizo el asusto sapo, pues se le apareció - tal la Virgen de Fatima - una mujer de piernas interminables, ojos azules, larga cabellera castaña oscura y voz susurrante que más tenía del cisne que de la rana.

El sapo se enamoró y como ambos eran personajes ficticios, anunciaron su compromiso en el reino en cartón piedra por excelencia : Eurodisney. Y se fueron de viaje de preboda a Las Vegas, ya saben, aquel lugar algo bling bling donde los egipcios habían edificado pirámides, unos tres o cuatro milenios antes.

Luego se casaron de verdad y el sapo, que era todo un esfinge en términos de ocupación de lugares prestigiosos (era un okupa elegido por el sufragio universal), llevó a su princesa a Versalles, muy cerca de un castillo dónde hubo alguna vez una pareja de reyes de ficción - Luis XVI y María Antonieta - a los que unos bárbaros de película cortaron la cabeza. El cuento no dice si los recién casados comieron perdices o trufas ni si fueron felices.


Pues sí, dentro de unos 60 y 70 años, es probable que por lo menos un cuarto de la población del país hexagonal crea que Sarkozy haya sido un personaje de ficción. Y aún cuando sus defensores o más sencillamente los que le hayan conocido de verdad tengan algunas pruebas de su existencia (un pelo, un trozo de uña, una caspa, cualquier cosa que permita hacer una prueba de ADN), habrá una evidencia irrefutable de que nunca pudo existir el aludido. Y la evidencia será sencillamente su supuesta boda con Carla Bruni, mujer que nunca existió, con lo que el presidente no pudo juntarse con ella.

La impostura saldrá a la luz a raíz de la estrafalaria lista de amantes de la mujer de piernas interminables y ojos almendrados, pues algunos afirmarán que antes de ser la primera dama de Francia tuvo a amantes tan prestigiosos como Mick Jagger y Eric Clapton, argumento que echarán por tierra las eventuales existencias de la princesa italiana y de su sapo húngaro.

No podrá haber sido real Carla Bruni porque tampoco habrán sido reales personajes de tebeo musical como Mick Jagger y Eric Clapton.

Dentro de unos 60 o 70 años, la mitad de los habitantes del planeta estarán convencidos de que el rock nunca existió, de que sólo fue un cuento. Tampoco habrá existido un personaje llamado Donald Trump.

Y entonces muchos se despertarán de un largo letargo tal como unas Bellas Durmientes y pensarán que muchas cosas del pasado, es decir de nuestro presente, habrán sido un sueño

patafísico. O una pesadilla.

¿Y en España? ¿Qué porcentaje de gente no creerá en la existencia de Rajoy?

¿Y de Pepe Blanco?

4 comments:

Mary said...

Cuanto más leo tu post más creo que Roger Rabbit existió de verdad y fue capaz de conquistar con sus encantos hasta casarse con ella a la tremenda Jessica Rabbit.
No llevaba también unas Ray-Ban en la película?
La mujer de nuestro presidente también canta y sale en escena ligera de ropa - creo que en la escena francesa, eso sí - y nadie pone el grito en el cielo en este país.
A qué espera Rajoy para hacer la comparación? A no, que ese señor nunca existió, verdad? O soy yo la que no existe.
Y la Conferencia Episcopal, ¿que opina de esto?

Gharmilla said...

Hola Isabelle

Tengo que decirte que me entré un ataque de risa imparable al leer tu post. ¡Qué bien escribes qué gracioso debería leer tu blog religiosamente es casi no tengo tiempo… Si quieres pasarte por mi casa este domingo que celebramos la chandeleur, besos.

Sakena said...

Mary, ¡por supuesto que Rober Rabbit existió! Y ¿sabes qué? Al principio era muy colega de Bugs Bunny, pero con los años se fueron distanciando.

Además érase entonces un hombre muy malvado muy malvado llamado José Luis Rodríguez Zapatero que quería que la gente comiese conejo en Nochebeuena. Ay no ¡qué tonta soy! ¡qué lío me he hecho!

Me cuesta separar la ficción de la realidad, el tal José Luis era un personaje de cuento, era un cuento con talante como puedes imaginarte.

Lo de la Conferencia Episcopal hubo de ser una pesadilla colectiva con guión de Fellini, efectos especiales de George Lucas y vestuario de John Galliano.

A Rajoy ya me lo imaginó con la Nawja Nimri. ¿O con la Leonor Watling?

Gharmilla, double merci. Pour avoir aimé le texte et pour la proposition de crêpes, nos vemos el domingo.

Anonymous said...

Moi z'aussi je veut goûter les crêpes de l'ami Gerald. J'ais dis.
Nicolas Sarkozy
Président de la République Française