EL PORVENIR PERTENECE A LOS PINTORES DE BROCHA GORDA

En la oasis de vanguardia política, cultural y ética llamada "Italia de Berlusconi" las cosas van de mal en peor.

Considerando que el país en forma de bota descató por sus talentos artísticos, que fue - como todos sabemos - la cuna del Renacimiento, hemos de temer que esté en plena decadencia, pues el entorno de Berlusconi ha decidido retocar, uy perdona, ¡censurar! un seno que podía herir las frágiles sensibilidades gubernementales. Bastante divertido de parte de un presidente de gobierno que echa piropos a tutiplén a todo lo que lleva falda y, en la medida de lo posible, tetas de silicona. "Cachez ce sein que je ne saurais voir" : los francófonos amantes de Molière entenderán la referencia a Tartufo ...

Ésa es entonces una mala noticia para el patrimonio cultural italiano y ni siquiera quiero imaginarme lo que pasaría si la ola extremadamente pudorosa saltara los Alpes y llegara hasta París, al Museo de Orsay en concreto. ¿Qué supondría para el famoso cuadrado de Gustave Courbet el origen del mundo? ¿Los nuevos histéricos de la moral lo cubrirían con capas y más capas de pintura negra o marrón para que se pareciera a una obra de Tapiès?

Y eso sin hablar de la Capilla Sixtina ... Si los hombres del Vaticano se hartan de contemplar frescos con hombres desnudos y deciden aniquilar su propio patrimonio, no tardarán en colgar el anuncio siguiente en la web del Vaticano :

Se busca pintor para retocar frescos de Miguel Ángel.

Conocimientos de Bellas Artes no imprescindibles.

Dada la superficie de la obra se valorará en cambio experencia en brocha gorda.

Ilegales y demás sin papeles, abstenerse.

Mandar currículo con referencias a los RRHH del Vaticano.

Y eso se convertirá entonces en buena noticia para los pintores de brocha gorda que, tras sufrir las consecuencias de la crisis de la construcción, podrán reciclarse en lavado de cuadros renacentistas.

¿Trabajabas para una subcontrata de Martinsa y te has quedado en la calle? No te preocupes, la Venus de Botticelli espera tus castísimos brochazos.

Y se me ocurre que, si en lugar de tapar pechos los restauradores de cuadros se dedicaran a practicar una variante de la cirugía estética en algunas obras, sería una buena noticia para muchos ojos.

"¿Por qué?" preguntarán algunos de mis queridos lectores veraniegos.

Pero ... ¿nunca habéis visto las Meninas?

Qué Velázquez me perdone ... y buenas vacas a los que se marchan estos días.

Dedico el post a mi amiga Gloria que está buscando un pintor de brocha gorda. Pero os aseguro que ella no tiene obras renacentistas en su casa.