EL PLAN ESPERPENTO
Muy buenas. Estamos de vuelta tras una larguísima pausa veraniega que yo misma había confundido con el certificado de defunción de este espacio, pero me temo de que el blog haya renacido.
Más que de sus propias cenizas ha vuelto a la vida del polvo. El polvo generado por las obras del oscuro plan E, aquel polvo de ladrillo, tierra y arena que ha sido el denominador común a lo largo y ancho de la península (y de las islas, supongo) durante la primavera y el verano y que promete seguir dando la tabarra equis tiempo más.
Me imagino que ni siquiera habéis tenido que largaros de vuestras cuidades para daros cuenta de que el país había vuelto a convertirse (por sí había dejado de serlo alguna vez) en una trinchera gigante, en un paisaje de posguerra, un homenaje al Líbano de los años 80 o al Irak actual. Ya sabéis: seguimos buscando el mítico tesoro maya, egipcio y mongol en el subsuelo ibérico.
En ciertos casos (pienso por ejemplo en Almería capital en la que estuve en julio) las calles están tan levantadas que salir a comprar el pan resulta un ejercicio peligroso, más al alcance de quien tenga un sentido del equilibrio propio de un artista del Circo del Sol que de un transeúnte cualquiera.
En enero pasado, cuando anunciaron a bombo y platillo el lanzamiento del plan E, barajé unas cuantas hipótesis sobre el sentido oculto del "E". Nos afirmaban que se trataba de "España", un plan para dar un empujoncito a la Economía, pero no podía ser tan sencillo.
¿Podía tratarse del plan "E'to qué é"? ¿Del plan Espárragos? (para que muchos fueran a freírselos) ¿Esperanza? ¿Estafa? (conociendo el ético mundillo de las constructoras, esta última propuesta cobraba veracidad). ¿O bien el plan Estragos? (otro probabilidad seria).
Meses después, resulta claro a la vista de unas obras perpetradas en aras del desarrollo que se trataba sencillamente del plan ESPERPENTO.
Prueba de ello, la copia en tamaño reducido de la Puerta de Brandeburgo que están llevando a cabo en... Torrejón de Ardoz, comunidad de Madrid. Sí señor. Ya no hace falta ir a Berlín para ver la versión original. A unos kilómetros de la capital ya tenemos su réplica.
¿Qué le pasó por la cabeza al alcalde cuando tomó semejante decisión? ¿Podríamos volver al pasado y hacerle un escáner de resonancia magnética para ver cómo las zonas cerebrales de la megalomanía aguda se le pusieron al rojo vivo? ¿Cuál es la próxima etapa? ¿Construir un tramo del Muro de Berlin para cercar la base militar de ese pueblo? ¿Cercar todo el pueblo?
¿Hasta dónde va a llegar el plan E? ¿A Portugal? ¿Francia? ¿Marruecos?
Aquí vienen:
UNAS PROPUESTAS PARA UNA ESPAÑA (aún más) ESPERPÉNTICA
Ya que estamos, metidos otra vez en el desarrollo basado en la construcción (mientras anuncian la prórroga del plan E, han recortado los presupuestos de la investigación científica, lo que promete otra fuga de cerebros) y el turismo, sigamos el brillante ejemplo de Las Vegas con sus Torres Eiffel y demás réplicas de monumentos emblemáticos y hagamos del país ni más ni menos que la copia en miniatura del Planeta.
Ejemplos de réplica de monumentos:
* La Ópera de Sydney en la Manga del Mar Menor, para añadir una nota de glamur al sitio.
* La Gran Muralla de China en la Mancha, para romper las perspectivas del paisaje. Conceptual.
* La Estatua de la Liberdad justo enfrente de la cárcel de Alcalá-Meco.
* La Pirámide de Louvre en el desierto de Tabernas. Ventaja: sirve de panel solar multidirrecional.
* Las Pirámides de Giza transformadas en un mega centro comercial, en cualquier ciudad de la comunidad de Madrid.
* El Taj Mahal en Bilbao, para que se refleje en el Guggenheim. Podría ser interesante.
* Big Ben cerca del piso de Manu Chao en Barcelona. Ya que el cantante sigue preguntando la hora de disco en disco, tener al reloj cerca de su keli podría ayudarle a cambiar las letras de sus próximos discos.
* Las Torres Petronas (Kuala Lumpur), esta vez en tamaño real, al lado de las cuatro rascacielos de Madrid para chafarles el plan a los capitanes de industria patrios que pensaban dominar el país desde sus flamantes Sedes Sociales.
* El Palacio de Versalles en Teruel, para que Teruel no solo exista sino también que se convierta en un concurrido polo turístico.
* El Cristo del Corcovado en la playa de la Concha. Así cuando le den la Concha de Oro a un director, éste podrá decir "¡Dios!".
Mientras tanto apostamos a que unos avispados emprendedores españoles construyan una réplica de la Alhambrá en la selva amazónica, un Parque Guëll en Dubai, un museo del Prado en Groenlandia y que hagan surgir un nuevo Benidorm de la estapa mongola...
¡¡¡EEEEE!!!